Purga en el PAN Puebla: Expulsan a 697 militantes por traición electoral

En una medida drástica y controversial, el Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla decidió expulsar a 697 de sus militantes por aceptar postulaciones de partidos externos en el pasado proceso electoral. La sesión extraordinaria, celebrada este miércoles, concluyó con la aprobación del «acuerdo para iniciar el procedimiento de sanción» contra los señalados, destacando la firme postura del PAN para mantener la lealtad y disciplina dentro de sus filas.
La Comisión Permanente Estatal del PAN no solo se enfocó en los militantes que aceptaron candidaturas de otros partidos, sino que también extendió las sanciones a aquellos que fungieron como representantes de casillas y funcionarios registrados por otros partidos, a pesar de que Acción Nacional había registrado a sus propios representantes ante el Instituto Electoral del Estado (IEE). Esta decisión refleja una política de tolerancia cero hacia cualquier forma de traición interna.
Entre los expulsados destacan figuras prominentes como el ex dirigente estatal del partido, Jesús Giles Carmona, acusado de apoyar al ahora presidente municipal electo de Puebla, José Chedraui Budib, un conocido opositor. Otra figura notable es María de la Barreda Angon, hija de la actual presidenta municipal de San Pedro Cholula, quien abandonó el PAN en febrero para contender exitosamente por una diputación local. Liz Minto García, ex militante de 12 años, también fue expulsada tras su decisión de convertirse en diputada local independiente y unirse al equipo de Tonantzin Fernández Díaz, alcaldesa electa de San Pedro Cholula.
La sesión extraordinaria, encabezada por Augusta Díaz de Rivera Hernández, presidenta estatal del PAN en Puebla, y Marcos Castro Martínez, secretario general del partido, subraya el intento del partido por purgar a aquellos considerados desleales. Según Díaz de Rivera, «la disciplina y la lealtad son pilares fundamentales del PAN, y cualquier acto que las comprometa debe ser castigado».
Sin embargo, esta purga masiva ha generado críticas tanto dentro como fuera del partido. Algunos ven esta medida como una acción autoritaria que podría debilitar aún más a un partido ya fragmentado y en declive. Otros argumentan que es una acción necesaria para reforzar la unidad y la coherencia ideológica en tiempos de incertidumbre política.
El PAN en Puebla enfrenta un momento crucial, y sus líderes deben navegar cuidadosamente entre la necesidad de mantener la cohesión interna y el riesgo de alienar a sus bases. La expulsión de 697 militantes podría ser vista como un intento de limpiar la casa, pero también como una señal de las tensiones profundas que amenazan la estabilidad del partido.