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Ser o no ser ¿Esta es la única cuestión?

  • octubre 5, 2025
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Ser o no ser ¿Esta es la única cuestión?

Por Ignacio García Madrid

Las paradojas atraviesan la lógica, la ciencia y la vida cotidiana. Una invitación a pensar más allá de los límites del “cierto/falso” y a no dejar de reflexionar sobre nuestra existencia.

Imaginemos la tragedia de “Hamlet” ambientada en México: la famosa reflexión “Existir o no existir, ésta es la cuestión”, que se plantea a sí mismo el príncipe de Dinamarca en la obra de Shakespeare, sería sustituida por el refrán “hay de dos sopas, de fideos o de jodeos”. Algunas personas ajustan dicho refrán como “había de dos sopas y se acabó la de fideos”, cuando piensan que alguna circunstancia no permite elección.

Otro refrán antiguo, paradójico pero muy recomendable, reza “despacio, que llevo prisa”. Las paradojas son ideas que contradicen la lógica, bueno, la lógica binaria cierto/falso. La lógica estimula el pensamiento crítico, por ejemplo, en el famoso silogismo “Si todos los hombres tienen pelo (premisa mayor o ley), y Sócrates tiene pelo (premisa menor o caso particular), entonces Sócrates es un hombre (conclusión)”. A pesar de que la premisa mayor sea verdadera –hombres sin pelo son excepciones explicables que no contradicen la ley– y que Sócrates realmente tenga pelo, no podemos concluir que el silogismo es verdad, ya que Sócrates puede ser un perro, un gato o un muñeco de peluche. Dudar de premisas o conclusiones es fundamental para analizar los silogismos críticamente.

Por otra parte, a lo paradójico generalmente le huimos, en un mundo de incertidumbre preferimos las certezas. Sin embargo, lo paradójico se nos presenta con más frecuencia de lo que creemos. Pablo Amster, en su libro “La matemática como una de las bellas artes”, plantea que los matemáticos y los poetas (poesía, poiesis, creación) se parecen en que ambos son paradójicos, y ejemplifica su idea con un poema de Bernardo Soares, uno de los heterónimos de Fernando Pessoa:

El poeta es un fingidor.

Finge tan completamente

Que hasta finge que es dolor

El dolor que en verdad siente.

En su libro, Amster relata el trabajo del filósofo y matemático alemán Gottlob Frege para fundamentar el número con una base puramente lógica. Amster narra que estando ya en la imprenta la obra de Frege, este recibió una carta del filósofo inglés Bertrand Russell elogiando dicho trabajo, pero al final de su misiva, Russell cuestionaba rotundamente la propuesta del matemático alemán de caracterizar la función como elemento indeterminado, es decir, por la propiedad o el conjunto de propiedades que la función debe cumplir sin conocer la forma exacta de la función. Amster ejemplifica el problema usando “la paradoja del cretense” del griego Epiménides, que el mismo Russell planteó así:

En una ciudad hay un barbero que afeita a todos los que no se afeitan a sí mismos. El barbero, ¿se afeita a sí mismo?

               La versión clásica de esta paradoja reza: “Todos los cretenses son mentirosos, lo digo yo, que soy cretense”. Si la premisa “todos los cretenses son mentirosos” es verdad, entonces quien la dice, que es un cretense, no está mintiendo, y por lo tanto, no es verdad que todos los cretenses sean mentirosos, o al menos, no siempre –Joan Manuel Serrat cantaría: “Conozco a esos plebeyos, soy uno de ellos”. Entonces ¿pueden existir cretenses que no sean mentirosos o que a veces digan la verdad? Dada nuestra tendencia a responder preguntas complejas con lógica binaria cierto/falso, que excluye una tercera posibilidad, “tan absurdos caminos nos indican que estamos en presencia de una paradoja”, dice Amster sobre la declaración del cretense… y la del catalán Serrat.

El ingeniero y matemático Lofti Zadeh propuso otra forma de pensar lógicamente con datos que no son verdaderos pero tampoco son falsos. A esta lógicala denominó borrosa o difusa. La lógica difusa se basa en la posición relativa del observador frente a dos valores, calculando el cambio que requiere uno de ellos para adaptarse al otro: muy frío, frio, tibio, caliente, muy caliente… Otro ejemplo: “Si estoy retrasado para la reunión entonces acelero el paso”. Este tipo de lógica se ha llamado también lógica heurística porque es de sentido común en muchas situaciones cotidianas donde utilizamos cuantificadores relativos, como “muy”, “mucho”, “un bonche”, “una pizca”, “más o menos”, etcétera.

El antiguo concepto chino del yin-yang es una especie de lógica difusa mediante el cual se trata de explicar fenómenos de difícil delimitación binaria. El yin-yang percibe conceptos mutuamente incompatibles como parte de un mismo continuo:

Porque el ser y el no-ser se engendran mutuamente.

Lo fácil y lo difícil se complementan.

Lo largo y lo corto se forman el uno del otro.

Lo alto y lo bajo se aproximan.

El sonido y el tono armonizan entre sí.

El antes y el después se suceden recíprocamente.

El filósofo y psicólogo Ullin Place, con su hipótesis “la conciencia es un proceso en el cerebro, aunque no necesariamente verdadera, tampoco es necesariamente falsa”, y el neurocientífico Francisco Varela, con su lema “La mente ni existe ni no existe” parecen sugerir que la respuesta al “problema duro de la ciencia” está fuera de la lógica binaria cierto/falso.

Sigmund Freud planteó que la ciencia infligió al narcisismo universal –tal vez solo al narcisismo occidental– tres graves heridas. La primera al geocentrismo por parte de Copérnico: es falso que la Tierra sea el centro del universo. La segunda herida hizo sangrar al antropocentrismo por cortesía de Darwin: es falso que los humanos sean de naturaleza distinta a las demás especies. El mismo Freud se encargó del egocentrismo, evidenciando que la mayoría de nuestras decisiones no son racionales. A estas heridas se han añadido cuestionamientos al etnocentrismo por la antropología cultural, al androcentrismo por los feminismos y recientemente al cerebrocentrismo por científicos e intelectuales que cuestionan que la complejidad de las relaciones sociales se pueda reducir al comportamiento de los cerebros. Si bien es cierto que accidentes cerebrales alteran la conciencia de quien los sufren, también se registran casos de personas con graves alteraciones congénitas o adquiridas en este órgano, que conservan la conciencia y la funcionalidad conductual:

Es natural ver al cerebro como una pieza de tecnología seleccionada naturalmente, y en la tecnología humana hay a menudo una correspondencia uno-a-uno entre la estructura y la función. El caso de una mujer adulta y funcional sin cerebelo revela que no existe un esquema tan simple para el cerebro. Aunque nos encanta hablar de la región del cerebro para la visión, para el hambre o para el amor, no hay tales regiones cerebrales, porque el cerebro no es tecnología donde cualquier función es gobernada por una sola parte. (Tom Stafford, 2014)

Conclusión… para comenzar de nuevo

Un suicida es alguien que atenta contra su propia vida. Hasta el siglo XIX, en países con influencia hispana, las personas sobrevivientes de un acto suicida eran castigadas por haber atentado contra su propia vida. A propósito del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, la Organización Mundial de la Salud ha reportado a nivel mundial una disminución de la tasa de mortalidad por este acto. Sin embargo, en el continente americano la tasa se ha incrementado, considerándose ya un problema de salud pública. En México, de acuerdo con el INEGI, de 10 suicidios, ocho son cometidos por hombres y 2 por mujeres, la mayoría se da en menores de 41 años, con un importante incremento entre niños y adolescentes. La causa de suicidio en niños es principalmente acoso escolar, mientras que en adolescentes, al acoso se suman otros factores como la desigualdad, la pobreza y el desempleo.

Regresando a la disyuntiva del príncipe Hamlet: ¿Existir o no existir? La respuesta es compleja y difícil de obtener mediante un análisis lógico, dado que el problema involucra ideas, emociones y sentimientos. Si se elige existir, en un siguiente momento se puede cambiar de elección, y si se elige no existir (morir) no hay vuelta atrás… ¿o si morir solo es soñar?

¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron? (Shakespeare)

Para el clarinetista de jazz, actor y director de cine Woody Allen, vivir causa muerte, por lo que sugiere no tomarnos la vida demasiado en serio, pues de la vida nadie sale vivo. Yo prefiero el consejo de Agustín de Hipona: buscar como si fuéramos a encontrar, y al encontrar, seguir buscando, pues cuando hemos terminado algo, es entonces cuando nuestra búsqueda comienza.

Referencias

Amster, Pablo. La matemática como una de las bellas artes. Siglo Veintiuno y Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.

Freud, Sigmund. (1976). Una dificultad para el psicoanálisis. En: Obras Completas, Buenos Aires, Ed. Amorrortu, Vol. XVII.

INEGI. (2023). Día Mundial para la Prevención del Suicidio (Datos Nacionales). Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2023/EAP_Suicidio23.pdf

Place, Ullin T. (1956). Is consciousness a brain process? Gen. Psych. 47(1):44-50.

Shakespeare, William. (S/f). Hamlet. Libros de dominio público. https://www.suneo.mx/literatura/subidas/William%20Shakespeare%20Hamlet.pdf

Stafford, Tom. (2014). Can you live a normal life with half a brain? BBC. https://www.bbc.com/future/article/20141216-can-you-live-with-half-a-brain

Tao Te King. Ediciones Prisma, México.

UNAM. (S/f).  Lógica Difusa. Grupo de Investigación en Sistemas Inteligentes, Universidad Nacional Autónoma de México. https://virtual.cuautitlan.unam.mx/intar/?page_id=997 Varela, Francisco. (2000). El fenómeno de la vida. Cuatro pautas para el futuro de las ciencias cognitivas. https://des-juj.infd.edu.ar/sitio/bibliotecaformacion-situada/upload/El_fenomeno_de_la_vida-_Varela.pdf


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