Autodeterminación Informativa: ¿Eres Realmente Dueño de Tus Datos en la Era Digital?
Por Osvaldo Hernández Olivera
Abogado en Derecho Informático | Opinión Legal sobre Tecnología y Futuro.
El derecho a la autoderminación informativa no es solo privacidad, es tu soberanía digital.
En un mundo hiperconectado, ¿controlas realmente tu información o solo crees que lo haces?
Piensa que cada clic, cada compra en línea, cada trámite digital deja una huella: tu nombre, tu CURP, tu domicilio, tus gustos, incluso tus movimientos, esa huella eres TÚ. Ahora, imagina que pierdes el control sobre quién ve, usa o vende esa información, ¿lo considerarías muy grave? Esto no es ciencia ficción, es la realidad que enfrentamos frente al derecho fundamental de la autodeterminación informativa: nuestro poder para decidir qué, cómo y para qué se usan nuestros datos personales.
La paradoja digital.
Exigimos privacidad, pero regalamos datos a cambio de conveniencia. Cada clic, cada «me gusta», cada búsqueda, es un fragmento de nuestra soberanía que cedemos, peor aún, solo el 25% de los usuarios lee políticas de privacidad. El concepto de «autodeterminación informativa» suena a jerga legal, pero es la piedra angular de nuestra libertad digital; se vuelve parte esencial en el ámbito del derecho a la privacidad y la protección de datos personales y su aplicación en medios digitales cobra una relevancia cada vez mayor por el uso intensivo de datos personales para:
- • Seguimiento de usuarios (cookies, IP’s, geolocalización).
- • Perfiles y algoritmos para personalización de contenidos o publicidad
- • Publicación de datos personales (imágenes, nombres, rostros, etc.)
Pero la realidad dista mucho de lo ideal:
- • El incumplimiento empresarial es alarmante: Un estudio realizado por el INEGI en 2024 reveló que solo 3 de cada 10 empresas establecidas en Puebla (principalmente Pymes) cuentan con un aviso de privacidad visible y comprensibles para sus clientes, requisito básico de la Ley.
- • El desconocimiento se vuelve peligroso: Encuestas han demostrado que cerca del 65% de los mexicanos encuestados indicaron que no sabían cómo ejercer sus derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación, Oposición) sobre sus datos. Sin conocimiento, la autodeterminación es letra muerta.
- • El costo de la desprotección: De acuerdo con la CONDUSEF, los fraudes bancarios y suplantaciones de identidad basados en robo de datos crecieron un 18% en el último año, afectando a miles de familias por información mal resguardada.
- • Por último, las violaciones de datos aumentaron un 72% en los últimos 5 años, exponiendo identidades, hábitos y preferencias de millones (IBM Security Report, 2024). Por citar un ejemplo, el ayuntamiento de una ciudad importante en el centro del país reportó un intento de ciberataque que pudo comprometer datos de más de 4,500 expedientes de trámites. La pregunta obligada, ¿Están nuestras instituciones preparadas para custodiar el tesoro de datos que manejan?
Estas cifras no son abstractas; son el reflejo de un riesgo tangible para nuestra privacidad, seguridad económica e incluso integridad. Cuando una empresa no tiene un aviso de privacidad claro, cuando un trámite gubernamental pide datos sin justificación, cuando no sabemos cómo pedir que borren nuestra información obsoleta, estamos perdiendo soberanía sobre nuestra propia identidad digital.
¿Cómo podemos recuperar el control? El llamado es claro y urgente, dirigido a todos los actores:
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