
El gobierno de Estados Unidos ha dado un paso contundente en su estrategia contra el crimen organizado al designar a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas globales. La lista incluye al Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste, Cártel del Golfo, Nueva Familia Michoacana y Cárteles Unidos. La decisión, anunciada por el secretario de Estado Marco Rubio, será oficializada en el Registro Federal y entrará en vigor este jueves.

Esta designación otorga al gobierno estadounidense herramientas más agresivas para congelar activos, restringir viajes y reforzar medidas de combate contra el narcotráfico y el tráfico de migrantes, considerados una amenaza directa para la seguridad y economía de EE.UU.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum ha respondido afirmando que esta acción es parte de la colaboración en seguridad entre ambos países, asegurando que “no hay nada ilegal” en estas operaciones de inteligencia. Sin embargo, también ha advertido sobre el riesgo de intromisiones en territorio mexicano, subrayando que su gobierno defenderá la soberanía nacional.
Esta medida podría elevar las tensiones diplomáticas y abrir un nuevo capítulo en la relación bilateral en materia de seguridad, en medio de un panorama electoral clave para ambos países.