07/02/2025
Henry Sánchez Ortiz

Leyes severas para una sociedad corrompida

  • enero 19, 2025
  • 2 min read
Leyes severas para una sociedad corrompida

El Inquisidor, por Henry Sánchez Ortiz

¿Qué le ocurre a la sociedad en donde asesinar a mujeres y niñas no puede ser castigado de manera ejemplar?

Y hablo de formas en las que estos criminales puedan temerle tanto a un castigo, que pueda disminuir este tipo de incidencias que lastiman a un Estado.

Tan sólo en 19 días, se han registrado 4 feminicidios todos importantes, pero uno en especial me ha puesto a pensar en el ¿por qué habría de tener derechos humanos a pedófilos asesinos? ¿por qué tendría que ser más importante la vida de un criminal que de una menor de edad?

El caso de Génesis conmocionó a todo el Estado, es innombrable poder definir la tortura, el llanto, el sentir de una niña que, con tan sólo 10 años, vivió una de las terribles tragedias que podría vivir una persona, el ser violada, y asesinada a sangre fría por un pedófilo sin escrúpulos.

No se habla de una pena de muerte, sino de la castración a este tipo de criminales. La castración química sería la medicina de muchos violadores y pedófilos y salvarían más vidas, así como reducir este tipo de violencia.

Hay que recordar que a pesar de que este castigo está satanizado por unos cuantos que miran más por la vida de un criminal que de las víctimas, la castración química es un procedimiento médico reversible y temporal, que utiliza sustancias hormonales como el acetato de medroxiprogesterona, cuyo efecto antiandrogénico disminuye los niveles de testosterona, inhibe la libido y, así, controla los impulsos sexuales.

Ustedes mis lectores, creen que 30 o 40 años de prisión son suficientes para calmar el dolor de una familia que no podrá ver más crecer a su hija, de verla reír, de verla jugar, de verla hacer una vida.

¿Por qué aquí es más valioso el derecho de un monstruo, que la de un inocente?


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