17 de May de 2025

Con escenificación monumental, Puebla honra el legado del 5 de Mayo

  • mayo 6, 2025
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Con escenificación monumental, Puebla honra el legado del 5 de Mayo

CIUDAD DE PUEBLA, Pue. – A 163 años de la Batalla de Puebla, la 25 Zona Militar fue sede de una escenificación con más de dos mil soldados, en la que se rindió homenaje a uno de los capítulos más emblemáticos de la historia nacional: la defensa del país frente a la intervención francesa en 1862.

El acto fue encabezado por el gobernador Alejandro Armenta, acompañado del comandante interino de la VI Región Militar, Héctor Ávila Alcocer; el general de brigada Santos Gerardo Soto, de la 25 Zona Militar; así como autoridades del Congreso del Estado y del gabinete estatal. Todos presenciaron, con solemnidad, una recreación que mezcló rigor histórico, despliegue militar y símbolos patrióticos.

La escenificación recordó la resistencia encabezada por el general Ignacio Zaragoza, quien al mando de tropas nacionales –muchas de ellas mal armadas y mal alimentadas– enfrentó con éxito al ejército más poderoso de su tiempo. El acto incluyó momentos clave de la batalla, desde las cargas de infantería hasta la famosa proclama: “Nuestros enemigos son los primeros del mundo, pero nosotros somos los primeros hijos de México.”

Más allá del dramatismo visual, la ceremonia tuvo un peso simbólico: revivir la lucha por la soberanía nacional en un contexto donde la memoria histórica sigue siendo clave para comprender los retos actuales del país. Se recordó también el papel del presidente Benito Juárez, quien enfrentó presiones externas y defendió la autodeterminación nacional frente a intereses imperiales disfrazados de diplomacia financiera.

La representación militar, cuidadosamente ejecutada, no fue solo una recreación del pasado, sino una afirmación del presente: la lealtad de las Fuerzas Armadas con la patria y su gente. Con uniformes de época, fusiles, estandartes y la bandera ondeando sobre los fuertes simbólicos de Loreto y Guadalupe, se cerró una jornada de memoria, identidad y pertenencia.

Al final, el grito unánime de “¡Viva México!” no fue un simple ritual: fue el eco de una historia que sigue viva.


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