El alcalde de Puebla, Adán Domínguez, organizó un desayuno con panistas para mostrar los logros de su gobierno. El evento, celebrado en el Hotel Quinta Real, no pasó desapercibido, especialmente cuando se propuso que el ex edil Eduardo Rivera Pérez busque la dirigencia nacional del PAN, una sugerencia hecha por uno de los consejeros estatales.

Durante la reunión, Domínguez se esforzó en detallar sus éxitos, pero la atención se desvió rápidamente hacia Rivera Pérez. Al final del evento, Rivera Pérez, quien anteriormente fue candidato a la gubernatura, comentó con una prudencia casi ensayada que aún no había decidido si aspiraría a la dirigencia del PAN, citando otras prioridades del partido.

Rivera Pérez indicó que pronto hará un pronunciamiento oficial, mientras tanto, seguirá participando en la comisión de análisis de Acción Nacional, encargada de evaluar el desempeño del partido en los procesos electorales recientes. Según sus palabras, «hay que esperar y ser prudentes», un consejo que parece repetir a menudo.

El desayuno contó con la presencia de figuras cercanas a Rivera Pérez, como Enrique Guevara Montiel y la regidora Ana María Jiménez. Sin embargo, notables ausencias incluyeron a la dirigente estatal Augusta Díaz de Rivera y a los diputados Mario Riestra Piña, Mónica Rodríguez Dellavechia, Rafael Micalco, y Guadalupe Leal, todos invitados al evento pero aparentemente con otros compromisos más urgentes.