Fuego en la frontera: así se combate el incendio forestal entre Puebla y Tlaxcala
Un operativo de emergencia se desplegó por aire y tierra para enfrentar la crisis ambiental en la zona serrana de Libres.
Por Redacción AG Noticias
LIBRES, Pue.— Apenas amanecía el 16 de abril cuando un zumbido rompió el silencio entre las montañas de Puebla y Tlaxcala. No era el canto de aves ni el sonido de la vida silvestre, sino el ruido mecánico de un helicóptero cargado con agua: un “helibalde” con destino urgente, descendiendo en picada para sofocar un incendio forestal que, impulsado por los vientos, amenazaba con devorar hectáreas de vegetación.
La escena fue el resultado de un operativo coordinado desde las primeras horas del día, en respuesta al incendio registrado en la zona limítrofe entre ambos estados. El fuego no distingue fronteras, y esta vez obligó a que dos gobiernos pusieran manos —y máquinas— a la obra para contenerlo.
El despliegue fue amplio: más de 100 brigadistas, 2 aeronaves, personal de Marina, Guardia Nacional, Protección Civil y Policía Estatal, todo bajo el mando de un centro de operaciones instalado en la región. La misión: frenar el avance de las llamas que, hasta el mediodía, ya habían afectado al menos 14 hectáreas de terreno forestal.
Una emergencia agravada por el clima
Altas temperaturas, viento constante y vegetación seca formaron la tormenta perfecta para el siniestro. Según los datos oficiales, se realizaron 37 descargas de agua en la zona del Citlaltépetl, uno de los puntos más vulnerables y difíciles de alcanzar por tierra.
La secretaria de Medio Ambiente de Puebla, Rebeca Bañuelos, quien encabeza las labores de supervisión, reconoció que este tipo de incendios requiere más que voluntad: implica estrategia, logística, riesgo y un equipo humano entrenado para operar bajo presión.
“Los combatientes trabajan en condiciones extremas. Lo que enfrentan no es sólo fuego, es humo, deshidratación, laderas empinadas y horas sin descanso”, explicó un miembro del equipo de Protección Civil que pidió no ser identificado.
Un reto compartido
La coordinación entre Puebla y Tlaxcala no es novedad, pero los incendios forestales de esta temporada han obligado a replantear la velocidad de respuesta. Según datos de las autoridades, casi 180 incendios han sido sofocados en lo que va del año.
Mientras tanto, desde tierra, las brigadas rastrean con machetes y azadones los puntos de calor que podrían revivir la chispa. En el aire, el helicóptero sigue su danza entre el humo y el cielo.
Aún no se ha concluido el balance de daños ni se ha determinado si el incendio fue provocado. Lo que es claro es que, en la lucha contra el fuego, el tiempo vale más que el agua.
Y en esta ocasión, el reloj corrió a favor de la naturaleza.
