Los Mier, la terquedad insaciable
La Pasarela, por Jorge Castillo.
Hay ambiciones que en lugar de ocultarse, se exhiben con exceso.
Ignacio Mier Bañuelos no esperó ni mediodía para salir a defender al papá, el senador Ignacio Mier Velasco para que pueda aspirar a la gubernatura en 2030.
Y ante la prensa, presentó argumentarios genealógicos dignos de catedrático: “el abuelo del gobernador y el abuelo de mi padre eran primos hermanos, por eso la ley (antinepotismo) no aplica”.
Un tecnicismo familiar para anticiparse a cualquier obstáculo legal rumbo a 2030.
Pero cuando uno presume manejar bien las leyes, llega alguien que las sostiene con firmeza.
Pero tardo más en decirlo, que en ser desmentido.
El diputado federal Ricardo Monreal Ávila levantó la voz, sin medias tintas, para poner freno al entusiasmo Mier: “el nepotismo está prohibido”.
Por lo tanto, bajo ninguna circunstancia se permitirá que familiares hereden cargos.
Y si aún quedaba duda, Monreal ejemplificó con su propia casa.
Su hermano está impedido de buscar la gubernatura de Zacatecas porque otro hermano ya ocupa ese cargo.
La ley: se cumple o se quiebra la narrativa de la 4T.
La insistencia de los Mier suena más a necedad política que a defensa constitucional.
Y eso que apenas ha iniciado este sexenio y ya se les ve asomando hacia 2030.
La ambición corre por las venas, simple.



