Morena y PRI cruzan acusaciones por la impugnación de la elección judicial

CDMX, 23 de junio de 2025.
Morena acusó al PRI de entrometerse indebidamente en la elección judicial del pasado 1 de junio, luego de que el tricolor impugnara el proceso ante el INE por supuestas irregularidades. En respuesta, legisladores priistas defendieron la impugnación y denunciaron el uso de “acordeones” presuntamente distribuidos por Morena para inducir el voto.
Durante la sesión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral —donde el tema ni siquiera figuraba en la agenda—, el diputado morenista Guillermo Santiago Rodríguez criticó con dureza a la dirigencia priista encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas, al considerar que buscan “intervenir en procesos donde ni pueden ni deben hacerlo”.
Santiago recordó que la Sala Superior del Tribunal Electoral ya había resuelto que el uso de acordeones era legal, aunque no así su distribución, lo cual —según él— no alteró de forma significativa el resultado. “No hubo afectación real de la participación”, afirmó.
A su vez, Ernesto Prieto Gallardo, otro representante de Morena, descalificó la acción legal del PRI, asegurando que “no tiene ni personalidad jurídica ni interés legítimo” para impugnar los comicios, y atribuyó la estrategia a un intento desesperado por “hacer ruido”.
La impugnación del PRI se suma a la presentada por seis organizaciones civiles —entre ellas, Somos MX, encabezada por Emilio Álvarez Icaza—, que señalaron graves irregularidades durante el proceso, incluyendo la distribución previa de guías de votación (“acordeones”) idénticas a los resultados finales.
En defensa de la postura priista, la diputada Marcela Guerra Castillo afirmó que “no podemos cerrar los ojos” ante una estrategia que buscó influir en la voluntad popular. Por su parte, Emilio Suárez Licona acusó al oficialismo de cinismo, al responsabilizar al gobierno de haber participado directamente en la entrega de los materiales de inducción al voto.
Pese a la controversia, desde Morena se insiste en que la elección judicial fue un “éxito sin precedentes”, aunque el proceso registró una abstención superior al 87% y más del 20% de votos nulos.