Preserva Rosalva Loreto el patrimonio histórico universitario y el legado del monacato hispanoamericano
Puebla, Pue., 2 de noviembre de 2025.– La Investigadora Nacional Emérita Rosalva Loreto López, reconocida por sus estudios sobre el monacato en Hispanoamérica (siglos XVI al XIX), encabeza la Dirección de Patrimonio Histórico Universitario (DIPAHU) de la BUAP, desde donde impulsa la conservación y resguardo de los bienes culturales de la institución, considerada la universidad con más inmuebles históricos bajo su cuidado en toda Latinoamérica.
Con base en un marco jurídico internacional avalado por la UNESCO y un Plan de Manejo Integral, la doctora Loreto coordina acciones de investigación, preservación y difusión del patrimonio universitario, garantizando que cada intervención se sustente en criterios técnicos y académicos.
Su pasión por la conservación viene de familia. Su padre, fundador del primer grupo de grabadores de Puebla, participó activamente en el salvamento de la Casa del Deán, uno de los primeros logros ciudadanos en materia de defensa patrimonial. De aquel esfuerzo, la familia integró un valioso acervo fotográfico y documental donado a la BUAP.
Tras el sismo de 2017, la investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” promovió la creación de un área dedicada exclusivamente a proteger los 45 edificios históricos universitarios. Desde entonces, la DIPAHU no solo conserva, sino también abre mensualmente al público los inmuebles bajo su resguardo, acercando a la ciudadanía a la historia de 19 casas emblemáticas mediante recorridos guiados y material didáctico.
Paralelamente, la doctora Loreto continúa su línea de investigación sobre la vida conventual femenina, explorando cómo las monjas de Hispanoamérica escribieron sobre sí mismas, sus emociones y espiritualidad, generando las primeras expresiones literarias femeninas del continente.
Este trabajo interdisciplinario ha abierto nuevas rutas de estudio relacionadas con la historia ambiental, la arquitectura urbana y el impacto ecológico de las ciudades coloniales, con énfasis en el Centro Histórico de Puebla, donde plantea que cualquier política de repoblamiento debe considerar la capacidad ambiental y patrimonial del entorno.
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