Abuchean a Fernández Noroña en Congreso del PT; se retira entre gritos de «traidor» e «hipócrita»

Gerardo Herrera | AG Medios Noticias
Ciudad de México.— Lo que parecía un encuentro para fortalecer la unidad de la izquierda, terminó en abucheos, gritos y un portazo simbólico.
Durante el 12º Congreso Nacional Extraordinario del Partido del Trabajo (PT), celebrado este sábado en la Expo Reforma, el senador de Morena y presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, fue recibido con rechiflas y acusaciones de traición por parte de la militancia petista.
Los gritos de «¡traidor!» e «¡hipócrita!» resonaron en el auditorio apenas Noroña tomó la palabra. El malestar de los asistentes tuvo un trasfondo claro: el reproche a su salida del PT para sumarse a las filas de Morena, partido que —según denunciaron— ha mostrado «soberbia» y ha «maltratado» a los petistas, como señaló el diputado Reginaldo Sandoval Flores, coordinador del PT en San Lázaro.
Visiblemente molesto, Noroña no se guardó nada:
«Yo no tengo por qué aguantarles. Nadie puede regatearme el esfuerzo que hice por este partido», gritó, defendiendo su trayectoria y apostando por la unidad de Morena, PT y Partido Verde en la 4T.
«Quien piense lo contrario está profundamente equivocado. El sectarismo es uno de los males mayores de nuestro movimiento», agregó antes de rematar:
«Si mi presencia no es bienvenida en este Congreso, me retiro».
Y así lo hizo: entre gritos y reproches, Noroña abandonó el recinto.

Tras el episodio, la senadora poblana Liz Sánchez salió en defensa del polémico legislador.
Desde redes sociales, expresó:
«Desde el corazón, quiero expresar mi respeto y reconocimiento a Fernández Noroña, un luchador incansable cuya voz ha retumbado siempre en defensa de las causas justas», escribió, lamentando lo sucedido y asegurando que «esas expresiones no representan el sentir de la mayoría».
El encontronazo expone las fracturas internas en el movimiento que busca sostener la continuidad de la llamada Cuarta Transformación, donde, a pesar de los llamados a la unidad, las heridas entre antiguos aliados siguen abiertas.