Detectan contaminantes plásticos y lirio invasor en represas de Tlaola y Necaxa; científicos buscan alternativas con impacto comunitario

AGMedios | Redacción
Puebla, Pue. — En las aguas tranquilas del sistema de represas Necaxa, Nexapa y Tenango, ubicadas en los municipios poblanos de Tlaola y Nuevo Necaxa, se libra una batalla silenciosa contra la contaminación y el crecimiento descontrolado del lirio acuático, una planta invasiva que ha llegado a cubrir hasta el 80% del embalse Nexapa, afectando severamente la calidad del agua y el equilibrio ecológico de la región.
Una primera visita de muestreo realizada por investigadores de la BUAP y del IPN en septiembre de 2024 reveló la presencia de compuestos orgánicos vinculados a aditivos de plásticos, lo que encendió las alertas. En mayo, en plena temporada de estiaje, se realizará una segunda campaña para confirmar estos hallazgos, recolectando muestras de agua, sedimentos y vegetación.
Este esfuerzo forma parte del ambicioso proyecto: “Plan de manejo para el mejoramiento de la calidad del agua y de los sedimentos en el sistema de represas Necaxa, Nexapa y Tenango y sistema de aprovechamiento de maleza acuática”, impulsado por un equipo interdisciplinario de expertos de ambas instituciones.
Contaminación plástica y metales pesados
El geocientífico Ignacio Muñoz Máximo, de la BUAP, explicó que la región presenta una composición geológica compleja, con rocas enriquecidas naturalmente con hierro, manganeso y magnesio, lo que facilita la movilidad de metales pesados en el sistema hídrico. A esto se suman los contaminantes plásticos, potencialmente generados por descargas domésticas o actividades agrícolas, lo que agrava el problema.
Lirio: enemigo ecológico y recurso desaprovechado
El lirio acuático, además de obstruir la luz y el oxígeno en el agua, reduce la biodiversidad, acelera el asolvamiento y favorece la proliferación de mosquitos vectores de enfermedades. Sin embargo, investigadores como Efraín Rubio Rosas, doctor en Ingeniería por la UAQ, proponen un cambio de enfoque: aprovechar el lirio como recurso.
Se estudia su uso en la producción de papel artesanal, su biodigestión para generar energía y su aplicación en agricultura comunitaria. El IPN, por su parte, trabaja en un modelo matemático para estimar cuánto lirio puede ser cosechado sin alterar los ecosistemas.
“En los últimos años hemos visto un aumento significativo del lirio, sobre todo en la presa Tenango. Queremos medir su capacidad de acumular metales pesados y generar un aprovechamiento útil y seguro”, explicó Rubio Rosas.
Incluir a las comunidades
El proyecto también contempla un componente social: talleres participativos con las comunidades locales para conocer su percepción, usos actuales del lirio y disposición a integrarse en esquemas de aprovechamiento económico y sustentable.
Conclusión
El reto es claro: transformar un problema ambiental en una oportunidad productiva y social. Y si algo ha demostrado la historia del agua en Puebla, desde la era de la hidroeléctrica en Necaxa hasta hoy, es que el recurso hídrico no se defiende solo con infraestructura, sino con ciencia, comunidad y voluntad política.