Reducción de Delitos: ¿Eficacia o tendencia natural?

Directo y sin Escalas, por Gerardo Herrera.
El 20 de diciembre de 2024, Idamis Pastor Betancourt se convirtió en la titular de la Fiscalía de Puebla, luego de que el Poder Legislativo la llamara a rendir protesta para un periodo de siete años que concluirá el 19 de enero de 2031.
Su trayectoria, enfocada anteriormente en el ámbito electoral, generó expectativas sobre cómo encauzaría la procuración de justicia.
¿El resultado hasta ahora?
Los números oficiales de febrero de 2025 muestran una disminución que suena tan fuerte como prometedora:
- Feminicidios 66.7% a la baja en comparación con febrero de 2024;
- Secuestros 85.7% menos en comparación con enero del mismo año;
- Robo a negocio con violencia, bajó un 23.2%,
- Robo bancario cayendo a cero. Un panorama alentador, sin duda.

Lo interesante es que estos descensos en delitos de alto impacto —homicidio doloso, robo de vehículo con violencia o a transportista, entre otros— se concentran en el primer mes completo de la nueva fiscal.
Por un lado, podríamos pensar en un golpe de timón de la mano de Pastor que vino a resolver de tajo la incidencia delictiva.
Por otro, cabe preguntarnos si esto responde a la inercia de los operativos desplegados por la gestión previa del fiscal Higuera Bernal. Aún más: ¿hay menos denuncias o cambios en la tipificación de los delitos que pudieran mover las cifras?
La coordinación con el Poder Ejecutivo también cuenta, desde luego.
En la medida de sus facultades, la fiscalía se ha sincronizado con el gobernador y la Secretaría de Gobernación para dar continuidad a estrategias que, en teoría, deberían mostrar sus frutos de manera sostenida y no solo en registros aislados.
Si se mantienen estos resultados en los próximos meses, la gestión de Pastor Betancourt habrá superado la primera prueba de fuego, confirmando que el descenso no es un mero ajuste en la denuncia, sino que obedece a una auténtica mejora en la seguridad del estado.

Sin embargo, todavía hay focos que prenden las alarmas. Delitos como el fraude, el robo de autopartes y el robo a transeúntes con violencia no exhiben reducciones tan notables; algunos apenas llegan al 2% o 5%.
Esto nos recuerda que la seguridad no depende solo de las grandes cifras, sino de cómo se percibe a pie de calle y de cómo la procuración de justicia que inicia en los Ministerios Públicos resuelve, que también es una asignatura pendiente con la sociedad.
Aunque es innegable que las autoridades estatales han hecho énfasis en delitos de impacto mediático como el secuestro o el feminicidio, la ciudadanía también sufre el robo hormiga, las estafas o las afectaciones patrimoniales que, por sí solas, no levantan grandes titulares, pero sí minan la tranquilidad diaria.
Al final, la realidad es que Idamis Pastor Betancourt se estrena con buenos números, pero con una lupa que examinará si los descensos registrados pueden sostenerse.
La labor de la Fiscalía, sumada a la articulación con el Ejecutivo, será determinante en la construcción de un ambiente de confianza para los poblanos.
No olvidemos que su encargo abarca siete años: el margen de maniobra es amplio y la exigencia ciudadana, cada vez más inmediata.
Si lo que vemos ahora es un golpe de suerte o un cambio profundo, solo el tiempo y la constancia de los resultados lo dirán. Por ahora, bien!.